En
la última etapa de su vida, Goya se quedó sin amigos, su sordera fue en
aumento, tuvo problemas con la inquisición y se volvió solitario y
huraño, y como si todo eso fuera poco, cargaba ya con 74 años.
Es en
esta etapa cuando realiza las llamadas pinturas negras, pintadas con
colores oscuros y sombríos sobre las paredes de su casa madrileña, la
popularmente conocida como “Quinta del sordo”.Los temas son siniestros, fantasmagóricos y sórdidos: brujería, aquelarres, violencia, personajes tenebrosos, etc. La España de su época (principios del siglo XIX) queda retratada en su vertiente más horrible y oscura.
Antes de que la Quinta del sordo fuese demolida, las pinturas fueron arrancadas de la pared y trasladadas a lienzos, pero la técnica en aquellas épocas no era muy avanzada y el responsable del trabajo destruyó partes, añadió otras y no fue realmente muy respetuoso con el original de Goya.
Los cuadros son de lo más expresivo que podemos encontrar, los temas muy originales, y la visión de todo ello, completamente pesimista.
Átropos
Dos viejos
Dos viejos comiendo sopa
Duelo a garrotazos